Empezamos la ruta literaria con la obra de
Últimas Tardes con Teresa en la parada del metro del Carmelo. Al salir de la estación, rápidamente nos ubicamos con la ayuda del mapa y los móviles. Fue una ruta muy larga y con muchas subidas. Sabíamos que era un reto difícil de afrontar pero poner imagen a todo aquello que habíamos leído fue divertido y se hizo más ameno. Mientras paseábamos por esas calles leímos los diferentes fragmentos extraídos de la lectura que nuestra profesora nos había preparado. Nos hubiera gustado subir a los búnkers pero con el poco tiempo del que disponíamos decidimos no arriesgarnos, ya que queríamos cumplir con todas las etapas.
Una vez llegamos arriba y después de consultar a un par de vecinos que se encontraban por la zona, tuvimos que reponer fuerzas:
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